alexis
jueves, 30 de mayo de 2013
24 de mayo batalla de pichincha
El ejército patriota contó con 2900 hombres, la mayoría grancolombinos (batallones Paya, Magdalena y Yaguachi) y peruanos (batallones Trujillo y Piura). También hubo ingleses y argentinos. Los realistas contaban con 3000 soldados.
Sucre había llevado sus tropas desde Guayaquil hasta Quito, con el objetivo de expulsar a los españoles de esta ciudad. Después de muchas penurias llegó a las faldas del volcán Pichincha el 23 de mayo de 1822. En la noche ordenó el ascenso y al amanecer del 24 de mayo habían ganado buena altura. Pero los españoles los divisaron y escalaron el volcán para enfrentarlos.
En el violento choque los batallones patriotas combatieron con bravura, pero tenían escasas municiones y sufrieron muchas bajas por el fuego enemigo. Cuando parecía que el triunfo se inclinaba a favor de los españoles, apareció en las alturas el batallón Albión (ingleses), con municiones y refuerzos. Los patriotas volvieron a la carga y lograron desbaratar y poner en fuga a los enemigos.
La victoria patriota en Pichincha permitió la liberación de Quito y su anexión a la República de Gran Colombia, cuyo presidente era don Simón Bolívar. El Libertador posteriormente hizo su ingreso triunfal a Quito el 16 de junio de 1822.
Antecedentes Batalla de Pichincha 24 de mayo de 1822
Las luchas por la libertad en el actual Ecuador se iniciaron en 1809, al proclamarse en Quito, la capital de la Real Audiencia, la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito.
La ciudad de Quito y la norte y del Ecuador proclamaron el Estado de Quito en 1812, que fue finalmente derrotado por las fuerzas coloniales de Sámano y Aymerich. Para reprimir al Estado de Quito, los virreyes de y Santa Fe despacharon sendos ejércitos, que cometieron atrocidades como la Matanza del 2 de Agosto de 1810 y el exterminio de buena parte de las élites quiteñas. Quito y las ciudades cercanas se enfrentaron solas a las tropas virreinales pero fueron finalmente derrotadas en San Antonio de Ibarra, en diciembre de 1812. El resto de ciudades ecuatorianas, como Guayaquil y Cuenca, se mantuvieron leales a España.
Los milicianos quiteños lograron reclutar cerca de mil , pero sin armas ni apoyo no pudieron enfrentarse a las fuerzas coloniales. Las pérdidas de vidas humanas y fueron cuantiosas: solo durante el 2 de Agosto de 1810 murieron no menos de 300 civiles desarmados. Tras el colapso del Estado de Quito, la Real Audiencia se reestableció en todo el territorio del actual Ecuador y se hizo evidente que sin apoyo exterior no sería posible derrotar a los españoles. Ocho años después, el 9 de octubre de 1820, la ciudad costanera de Guayaquil proclamó su independencia de España después de una rápida y casi incruenta revuelta contra la guarnición local.
Los líderes de la revuelta, una combinación de oficiales peruanos y venezolanos del Ejército colonial junto con intelectuales locales y patriotas, formaron un consejo de gobierno y un ejército con el propósito de defender la ciudad y extender el movimiento independentista a otras provincias de la Presidencia. Para entonces, el curso de las guerras de independencia en América del Sur había cambiado en contra de España; la victoria de Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander en la Batalla de Boyacá selló la independencia del Virreinato de Nueva Granada, mientras que en el Sur José de San Martín, tras haber desembarcado con su ejército en la costa peruana en septiembre de 1820, preparaba la campaña para la independencia del Virreinato del Perú.
La campaña previa Batalla de Pichincha 24 de mayo 1822
Para enero de 1822 Sucre ya había organizado la nueva campaña. Su ejército constaba de aproximadamente 1.700 hombres, entre veteranos de sus campañas anteriores y nuevos reclutas. Había hombres de las tierras llanas de la Provincia de Guayaquil y voluntarios que provenían de la Sierra, como el héroe cuencano Abdón Calderón, cuyo padre había muerto heroicamente en 1812, defendiendo al Estado de Quito.
Los dos contingentes pronto fueron organizados como el Batallón Yaguachi; también habían soldados neogranadinos y venezolanos enviados por Simón Bolívar, unos cuantos oficiales y soldados españoles que habían cambiado de bando, un batallón entero de voluntarios británicos (el Albión) e incluso unos cuantos irlandeses y franceses.
El 18 de enero el ejército Patriota se dirigió a Machala, en el llano. El 9 de febrero, tras haber cruzado los Andes, Sucre entró en el pueblo de Saraguro, donde su ejército se juntó con los 1.200 hombres de la División peruana, el contingente que San Martín había prometido.
Esta fuerza (Expedición Auxiliar de Santa Cruz a Quito) estaba conformada en su mayoría por reclutas peruanos, existían también argentinos y alto-peruanos (bolivianos), el propio Andrés de Santa Cruz nació en el Alto Perú (actual Bolivia); tenía también oficiales argentinos, entre los que destacaban Félix Olazábal, Francisco Villa, ambos de Infantería y Antonio Sánchez de Caballería y un escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo de los Andes (argentino) al mando de Juan Lavalle. Al enfrentar esta fuerza multinacional de alrededor de 3.000 hombres, el destacamento Realista de caballería, de unos 900 hombres, que defendía Cuenca se retiró hacia el Norte, siendo perseguido a la distancia por la caballería Patriota.
Cuenca fue entonces recapturada el 21 de febrero de 1822, sin que se disparara un solo tiro. Durante marzo y abril, los Realistas continuaron marchando hacia el Norte, logrando con éxito evitar enfrentarse con la caballería Patriota. Sin embargo, el 21 de abril se produjo un feroz encuentro entre las fuerzas de caballería en Tapi, cerca de Riobamba. Al final del día los Realistas nuevamente se retiraron, mientras que el ejército principal de Sucre procedió a capturar Riobamba, quedándose ahí hasta el 28 antes de reanudar su viaje hacia Quito.
El 24 de Mayo del 2013 es feriado Nacional en Ecuador por decreto
jueves, 23 de mayo de 2013
dia de la libertad de prensa
Viernes 03 Mayo 2013 | 00:00
Hoy
se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, dispuesto por la
Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en
recordación a la instauración de la Declaración de Windhoek, que dice
de la libertad que debe existir para el ejercicio del periodismo y de
las facilidades para quienes lo ejercen.
De acuerdo a las
declaraciones de la ONU, fue en 1993 cuando la Asamblea, a iniciativa de
los países integrantes de la Unesco, con la idea de "fomentar la
libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre,
pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad
democrática", proclamó el 3 de Mayo para tal recordatorio.
Y es muy decidora y oportuna esta idea, ahora que en América,
especialmente en nuestro país, la libertad de expresión y de prensa
están siendo desconsiderada en su real significado, y que quienes
desarrollan labores periodísticas sufren estigmatizaciones cuando sus
opiniones o informaciones no son del agrado del gobernante.
Con esta ocasión, reiteramos nuestros anhelos de que la razón se
imponga; y que se mire en la amplitud de la naturaleza la esencia del
derecho a la opinión libre y serena del hombre, sin ataduras ni
restricciones más que las éticas y morales.
martes, 21 de mayo de 2013
Día del trabajador
Día Internacional del trabajo.

Desde su establecimiento en todos los países por acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado en París en 1889 es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago que fueron ajusticiados por su participación en las jornadas de lucha por consecución de la jornada laboral de ocho horas que culminaron el la huelga del 1º de mayo de 1886 en los Estados Unidos (EE.UU.), hecho que fue el origen de que dicha celebración se lleve a cabo es esa fecha.
Curiosamente en EE.UU. no se celebra esta conmemoración. Allí celebran la Fiesta de los que trabajan el primer lunes de septiembre que se viene celebrando desde 1882 a propuesta del dirigente Peter J. Mac Guire de la Central Labor Union. Esta celebración ha sido apoyada e impulsada por los patrones y gobierno para eclipsar sentido real del 1º de mayo.
Los hechos que dieron lugar esta celebración estan contextualizados en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad de EE.UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.
La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas
Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de 8 horas. El hacer valer la máxima ocho hora para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa. En este contexto se produjeron varios movimientos, en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), de origen anarquista. En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener respuesta a este reclamo, se iría a una huelga. Recomendaba a todas las uniones sindicales a tratar de hacer promulgar leyes con ese contenido en todas sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de todas las organizaciones, que veían que la jornada de ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de puestos de trabajo (menos desocupación). Esos dos años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acrecentó la combatibilidad de los trabajadores en general.
En 1886, el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, 19 estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre 14 y 18 horas). Las condiciones de trabajo eran similares, y las condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.
Como la Ley Ingersoll no se cumplió las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como "indignante e irrespetuoso", "delirio de lunáticos poco patriotas", y manifestando que era "lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo".
Día de la madre

A ella le debemos lo que somos, no hay persona más bondadosa y tierna que una madre. Desde que estamos en su vientre, pasamos a ser la razón de su existencia; cuando nacemos y por el resto de nuestras vidas se convierte en nuestra niñera, maestra, lavandera, cocinera, costurera, estilista, mensajera, sicóloga, terapista, consejera, doctora y amiga; es decir está allí para nosotros, para llorar juntos en nuestras desdichas y para reír con nuestras alegrías sin importar el momento, la hora, el día o el sitio, siempre está pendiente de lo que nos pasa, de lo que necesitamos, de lo que queremos y hasta de lo que pensamos.
Es única, es capaz de calmar el dolor más grande con un beso, con una caricia o con un te quiero. Es la bondad y la ternura, la perseverancia y la fortaleza, el sacrificio y la entrega, la paciencia y la dulzura, la amiga y el ejemplo, la luz y la sabiduría, es la guía en nuestras vidas.
En el hogar, es el principio y fin de todo, tiene la casa limpia, la comida caliente, la ropa planchada, el jardín cuidado y el perro bañado; sabe cuándo pagar la luz, agua, teléfono y pensiones, qué hace falta en la alacena , cómo ahorrar en las compras, cómo hacer magia para que alcance la comida o cómo curar una herida.
Cuántas veces hace los oficios de chofer, albañil, carpintera, plomera, electricista, jardinera, etc., y todo gratis, sin vacaciones ni pago de horas extras, sin esperar nada a cambio, sólo por amor y por ver feliz a su familia.
Su corazón es una fuente pura, su alma un divino espejo, sus consejos la luz diáfana del día que alumbra sin cesar nuestro camino.
Una madre es todo eso y mucho más, por eso en este día, mil felicidades a las madres cualquiera sea su condición: pobres, ricas, blancas, negras, jóvenes, ancianas, amas de casa, profesionales, etc., son el regalo que Dios nos mandó del cielo, son los ángeles que nos cuidan en la tierra.
Que Dios las bendiga por siempre, y el mejor regalo en su día es una beso tierno en su frente, o una flor en su memoria.
Dia del libro
- DÍA DEL LIBRO

La revolución del Libro
Las tablas de arcilla o bajorrelieves en diferentes piedras fueron los primeros soportes. A los egipcios les corresponde el invento del papiro, una especie de papel fabricado con una planta que crecía a orillas del Nilo. Las láminas de papiro medían hasta 49 cm de largo y 20 cm de ancho. Se lasenrollaba y lo usaban los escribas para asentar sus escritos. Los chinos aportaron un soporte mucho más perdurable: el papel. Este invento aparece en los registros históricos en el año 105 d. c., pero es sin duda más antiguo. El pergamino fue el sistema usado en Europa durante la Edad Media y tenía la ventaja de que se podía escribir de las dos caras. Se agrupaba en varios pliegos y se cosía formando los códices, que poco a poco fueron constituyendo lo que hoy se conoce como un libro. En esta evolución el impacto más decisivo para la humanidad fue la aparición de la imprenta. En los comienzos de la imprenta se utilizaban los incunables, pero hacia el siglo XVI se dejaron de usar. Con la imprenta llegó la democratización del acceso al saber: hoy es difícil imaginar un mundo en donde se usara en forma casi exclusiva la narración oral para comunicar experiencias e impartir educación. En definitiva: hoy no se puede negar que el avance de la ciencia y de la tecnología habría sido imposible sin la existencia del libro.
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